domingo, 8 de enero de 2017

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hiperestesia de tu mano contra mi piel.
lo noto, no puedo controlarlo,
me matas al segundo de mirarme
y después me reanimas.

corazón parado que no quiere parar,
corazón que se para cuando empiezas a moverte
corazón que se reanima con el sonido de un gemido.

grita,
grita más fuerte,
grita hasta que te quedes sin voz.
nunca dejes de gritar.

grita hasta que llegue el orgasmo,
venga, no pares,
grita más,
córrete y sigue gritando.

sigue gritando o follándome,
córrete,
túmbate a mi lado y sonríeme.
pero grita.

grita que me quieres ahí, contigo,
que no puedes estar sin mí,
gritamelo al oído,
así, bajito.

grita que soy tu musa,
que me vas a hacer poema,
que me vas a retener en tu retina
hasta que se derrita el último copo de nieve.

gritame "bonita" al oído.
gritamelo bajito, sí, al oído.
deja que te grite.

que te grite que te quiero aquí, conmigo.
que te estoy haciendo poema,
que quiero que te quedes,
te lo grito,
te lo estoy gritando y de repente,
un gemido.

uno tras otro y tras otro,
gemidos contínuos,
gemidos que llevan al mejor polvo de mi vida.

y te lo grito.
y me lo gritas.
y nos podríamos pasar la vida gritando.
pero bajito, al oído.

quédate.

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